Los trabajos con horarios nocturnos afectan tu salud
Para las personas que dependen de trabajos nocturnos es una obligación mantenerse alertas toda la noche hasta el amanecer. Sin embargo, esta rutina no es precisamente la que el cuerpo agradece, porque el organismo de los seres humanos está diseñado para trabajar de día y descansar de noche.
Es durante la noche cuando el organismo hace toda la labor de renovación, reposición y restauración necesaria para que todas nuestras funciones estén a punto. Pero pasar entre 8 y 10 horas en desvelo, rompe este equilibrio biológico.
Este patrón sostenido en el tiempo afecta la salud de manera importante. Esto explica que en la noche disminuya las aptitudes físicas y mentales, así que los trabajadores nocturnos deben ponerle un esfuerzo extra para vencer sus propias necesidades naturales de descanso.
¿Qué afecta en el organismo el desvelo continuo?
Algunas de las afecciones que desarrollan como consecuencia de estos acumulados trasnochos son:
- Alteraciones del ritmo circadiano
- Hipertensión
- Hipercolesterolemia
- Riesgo de cardiopatías
- Envejecimiento prematuro
- Fatiga crónica
- Ansiedad
- Alteraciones metabólicas
- Cambios en los hábitos alimenticios
- Menos absorción de nutrientes
- Gastritis y otras dolencias estomacales
- Cambios de carácter o humor
- Nerviosismo y depresión
- Actividad sexual insatisfactoria
- Reduce la respuesta inmunológica, entre otros.
Además su vida social y en pareja se ve limitada porque suelen dormir durante el día, entorpeciendo sus relaciones interpersonales, la realización de actividad física y otras interacciones importantes.
¿Qué pasa si no tienes opción de cambiar el horario de tu trabajo?
En estos casos lo más recomendable es aplicar algunos ajustes que le ayuden a dormir mejor al terminar.
La primera acción es que el espacio laboral esté totalmente separado del dormitorio. Esta recomendación es pertinente especialmente para personas que trabajan desde casa.
Cuando se va a dormir, es realmente importante mantener la habitación oscura sin interrupciones de luz de ningún tipo, con una temperatura agradable, libre de ruido. De esta manera el cerebro no recibirá estímulos para poder conciliar el sueño profundo. La dieta diaria es clave cuando se trabaja de noche y se duerme de día, porque existe una tendencia a comer alimentos hipercalóricos, tomar demasiado café o té y desarrollar trastornos alimenticios u obesidad.
La vitamina B es una de las principales fuentes de energía del organismo por lo que está bien incorporar en la nutrición diaria, ginseng o jengibre para regular el cortisol, usar aceite de coco o de oliva, alimentos bajos en grasa, azúcar y carbohidratos. Es mejor incorporar cereales, frutos secos, frutas, verduras y vegetales.
Para todos los seres humanos es vital que el cuerpo tenga las horas y calidad de sueño necesarios para mantener en orden todas sus funciones, por eso si la única opción es trabajar de noche, tratemos de procurar los más saludables hábitos de vida para no enfermar.