La mayoría de las personas encuentran que el proceso de envejecimiento los lleva a tener dificultades para conciliar el sueño.
Por otro lado, los patrones del sueño tienden a cambiar: Se despiertan mucho más durante la noche y se levantan más temprano por la mañana.
El tiempo total de sueño se mantiene igual o disminuye ligeramente (6.5 a 7 horas por noche). Puede ser más difícil quedarse dormido y pueden pasar más tiempo total en la cama. La transición entre el sueño y despertarse con frecuencia es abrupta, lo que hace que las personas mayores sientan que tienen un sueño más ligero que cuando eran jóvenes.
Se calcula que el 40% de la población anciana en España padece este trastorno. La falta de sueño en ancianos es muy común, debido a que, muchos de ellos, llevan una vida sedentaria. Esto condiciona su calidad de vida y entorno.
Diferentes estudios arrojan que las personas mayores se despiertan en promedio de 3 a 4 veces cada noche. También son más conscientes del hecho de estar despiertos.
En definitiva nuestros abuelitos, pasan menos tiempo durmiendo profundamente y sin soñar. Otras causas incluyen la necesidad de levantarse a orinar, ansiedad e incomodidad y dolor por enfermedades prolongadas.
El conocimiento de las técnicas de relajación y de las restricciones del sueño, el control de los estímulos y la educación sobre la higiene del sueño, ayudarán a las personas mayores a poder dormir correctamente.
Por otro lado existe una serie de remedios naturales caseros que pueden ayudar a nuestros ancianos a activar la hormona reguladora del sueño, la melatonina. Una taza de leche o una infusión de valeriana, lúpulo, manzanilla o lavanda son algunos de los muchos consejos que pueden ayudar a favorecer el ciclo del sueño.
Un sueño de calidad en nuestros abuelitos definitivamente les garantizará de igual manera una mejor calidad de vida.