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La ansiedad anticipada y la calidad del sueño: ¿Cómo se relacionan entre sí?

28 noviembre 2022

La privación del sueño, especialmente cuando es crónica, afecta nuestro bienestar emocional, nuestra salud mental, nuestras perspectivas y desempeño, y por supuesto nuestras relaciones.

La privación del sueño exacerba la reactividad emocional y las respuestas temerosas, nos crea una perspectiva negativa a menudo intratable. También nos hace preocuparnos más. Múltiples investigaciones recientes muestran que cuando estamos privados de sueño, nos preocupamos más por el futuro, especialmente si somos propensos a preocuparnos en general.

Científicos han llevado diferentes estudios, en los que descubrieron que la privación de sueño aumenta la ansiedad anticipada; eso es preocupante. Ya es bien sabido desde hace mucho tiempo que la privación de sueño aumenta la ansiedad y contribuye a los trastornos de ansiedad, a su vez, la ansiedad hace que el sueño sea más difícil. Dichos estudios han proporcionado información nueva e importante sobre cómo la falta de sueño agrava la respuesta de preocupación del cerebro.

Manifiestan que la privación de sueño aumenta nuestra tendencia a preocuparnos por el futuro, una forma de preocupación que los científicos han llamado ansiedad anticipada. Los investigadores observaron a través de los escáneres cerebrales de varios adultos jóvenes sanos, mientras observaban imágenes que contenían contenido emocionalmente perturbador y emocionalmente neutro. Para estimular la ansiedad anticipada, los científicos dieron a los participantes una señal antes de ver imágenes individuales, haciéndoles saber que estaban a punto de ver una imagen perturbadora. Los científicos observaron y midieron las respuestas cerebrales entre los participantes, tanto cuando estaban bien descansados como cuando estaban privados de sueño.

La actividad del cerebro en respuesta a la señal anticipada fue bastante mayor cuando los participantes se encontraban privados de sueño que cuando estaban bien descansados. Una vez más, fueron los centros de control emocional del cerebro los que se activaron por la falta de sueño y contribuyeron a aumentar la ansiedad sobre el futuro.

Se demostró que definitivamente la privación de sueño desencadenó mucha más ansiedad anticipada en las personas que ya eran propensas a preocuparse. Lo que nos anuncia que, si tiende a preocuparse, descansar mucho y con calidad, es especialmente importante para mantener un equilibrio emocional saludable y evitar el desarrollo de ansiedad crónica.

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