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El insomnio está relacionado con un mayor riesgo de accidentes cardiovasculares

28 junio 2021

Las terapias conductuales dirigidas a personas con trastornos del sueño, podrían reducir la cantidad de casos de accidentes cardiovasculares y otras enfermedades.

El riesgo también parece ser mucho mayor cuando el insomnio se produce en adultos jóvenes en comparación con personas de mayor edad, según investigaciones. Esto es lo que han descubierto:

– El insomnio incrementa las probabilidades de hospitalización posterior por derrame cerebral en un 54% durante los cuatro años.

– La incidencia de derrame cerebral fue ocho veces mayor entre los diagnosticados con insomnio entre los 18 y los 34 años. Por encima de los 35 años, el riesgo se redujo de forma continua.

– La diabetes también pareció aumentar el riesgo de derrame cerebral entre los insomnes.

Múltiples estudios revelan que aquellas personas que además de llevar rutinas de vida saludables como realizar actividad física regularmente, mantener una alimentación balanceada, moderar el consumo de alcohol y no fumar, duermen un mínimo de siete horas al día, reducen hasta en un 65% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Corregir la cantidad y calidad de nuestro descanso debe ser tomado en cuenta como un elemento más en la prevención de eventos cardiovasculares.

Además, el sueño debe ser realmente reparador, para lo que es importante que la calidad del mismo sea alta, lo que significa  que las horas de descanso sean profundas y sin interrupciones.

 

Recomendaciones para un mejor descanso

Algunas recomendaciones para lograr un mejor descanso que se enumeran con más frecuencia en las conclusiones de diferentes investigaciones sobre esta materia serían:

  • No abusar de la siesta por la tarde, no debería pasar de los 20 minutos.
  • Intentar tener un horario lo más estable posible, evitando excederse los fines de semana.
  • Aprovechar lo máximo posible la luz solar, con actividades al aire libre y evitar durante la noche, especialmente al irnos a dormir, la exposición a la luz artificial.
  • Evitar estimulantes, cenas abundantes o alcohol antes de irnos a la cama.
  • Aumentar el ejercicio físico durante el día.
  • Si tenemos dificultad para conciliar el sueño pueden ser útiles técnicas de relajación.
  • Destinar nuestro tiempo de descanso para relajarnos, evitando repasar problemas que hayamos tenido durante el trabajo, aprovechar para hablar por teléfono, discutir, etc.

 

Corregir la calidad y cantidad de nuestro descanso debe ser un objetivo más en la prevención de eventos cardiovasculares.

Además, nuestro sueño debe ser realmente reparador, para lo que es importante que la calidad del sueño sea alta, lo que se traduce en que las horas que durmamos, se logre un descanso real y sin interrupciones.

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