Bacterias probióticas y su amistad con nuestra calidad del sueño
Mientras dormimos, reponemos del desgaste físico y mental que se genera durante el día; además, durante el sueño se producen una serie de procesos que son vitales para la salud integral de nuestro cuerpo, como el restablecimiento o conservación de la energía, la regulación de la función térmica, metabólica y endocrina, la activación inmunológica, la eliminación de sustancias de desecho, la regulación y restauración de la actividad eléctrica cerebral, la homeostasis sináptica, procesos cognitivos de alto impacto y consolidación de la memoria. Por ello, es importante que disfrutemos de una buena calidad de sueño.
Cuando las alteraciones de nuestro sueño son síntoma de otra condición médica, el problema para conciliar el sueño podríamos resolverlo tratando la afección que lo origina; sin embargo, cuando son otras las causas, la solución involucra una combinación de cambios en el estilo de nuestras vidas y tratamientos farmacológicos. En cuanto a los ajustes en el estilo de vida, se ha reportado que cambios en la manera como nos alimentamos, podrían mejorar significativamente la calidad de nuestro sueño.
Aunado a esto, diversos estudios han mostrado que el sueño podría estar influido por el estado de la microbiota intestinal, debido a la conectividad bilateral a través de una red de señalización conocida como el eje intestino-cerebro. Por lo anterior, se ha logrado hipotetizar que alimentos a base de probióticos los cuales son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a nuestra salud, podrían tener un efecto sobre nuestro sueño y definitivamente mejorar su calidad. De acuerdo a estudios recientes, el butirato, un ácido graso procedente de la fermentación intestinal, por la acción de algunas bacterias intestinales, incluyendo probióticos, podría promover en nuestro sueño mediante la activación de receptores específicos situados en el hígado y/o en la pared de la vena porta, que están implicados en la señalización del sueño.
Igualmente, los estudios han reportado que algunos probióticos pueden producir moléculas neuroactivas (serotonina, ácido gamma-aminobutírico y acetilcolina) que juegan un papel fundamental en la promoción del sueño, además de aumentar los niveles de melatonina que producimos.
Definitivamente las investigaciones sugieren que el consumo de bacterias probióticas, podrían ser una alternativa coadyuvante a los tratamientos farmacológicos para mejorar la calidad de nuestro sueño.
