ALTERACIONES DEL SUEÑO EN LA DEPRESIÓN.

29 abril 2015

La existencia de trastornos del sueño en sujetos depresivos es bien conocida. Aproximadamente, el 80% de los pacientes con depresión se quejan de un deterioro tanto en la cantidad como en la calidad de su sueño. La alteración del sueño asociada más frecuentemente a un episodio depresivo mayor es el insomnio. Son habituales los problemas para iniciar y mantener el sueño.
Con menor frecuencia, existen sujetos depresivos que se quejan de exceso de sueño (hipersomnia) en forma de episodios de sueño nocturno prolongado o de un aumento del sueño diurno. Algunas veces, el trastorno del sueño es la razón por la que el paciente depresivo acude en busca de tratamiento.

Los hallazgos polisomnográficos que se han hallado con más frecuencia han sido los siguientes:

–Alteraciones en la duración y continuidad del sueño.
Generalmente disminuye el tiempo total del sueño. Cuando esto ocurre, normalmente es resultado de un incremento en la latencia de sueño, de un aumento de la vigilia nocturna o de un despertar precoz. Los sujetos depresivos muestran frecuentes cambios de fase y un umbral más bajo de activación.

–Alteraciones en el sueño no REM.
Se reduce la cantidad de sueño de ondas lentas (fases 3 y 4), lo que se manifiesta tanto en la disminución del tiempo total como en el porcentaje de sueño de ondas lentas. Análisis computarizados señalan además una disminución del número de ondas delta (0,5-4 Hz) durante el sueño no REM (del inglés,  rapid eye movements) y de la tasa de producción de actividad delta, especialmente durante el primer período de sueño no REM.

–Alteraciones en el sueño REM.
Se ha encontrado una alteración en la distribución temporal de la fase del sueño REM. Se manifiesta especialmente en una corta latencia del sueño REM, en un incremento en la duración del primer período REM y en una proporción mayor de REM en el primer tercio de la noche y menor en el último tercio. Se ha descrito también que los sujetos con depresión tienen ‘un sueño REM intenso’, que se refleja en el número de movimientos oculares por minuto durante el sueño REM (densidad REM). Sin embargo, parece ser un aumento específico de la densidad REM durante el primer período REM. En sujetos sanos, por el contrario, la densidad REM se incrementa normalmente durante la noche.

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