EL SUEÑO Y LA TELEVISIÓN
Qué voy a decir que ya no sepamos sobre el sueño y la televisión, no me gusta repetirme porque se termina rechazando el mensaje por cansino.
Lo único que os voy a recordar son un par de cosas:
-Los niños no deben tener un televisor en su habitación. Es muy importante que atendamos a este mensaje.
Aunque no nos demos cuenta, nuestros hijos van creciendo y si hoy les permitimos que se retiren a su cuarto y así “ni nosotros les molestamos ni ellos nos molestan” como he escuchado en más de una ocasión a algunos padres, en unos años, se habrán acostumbrado a vivir “independientes” y podrán incluso tomar su habitación como si fuera la de un hotel.
Sé de lo que hablo, muchas veces me encuentro a madres y padres de adolescentes que vienen a consulta porque no conocen a su hijo ya que “en cuanto llega a casa, se mete en su habitación y se lleva hasta la bandeja para comer….”
-Los niños no deben quedarse dormidos viendo la televisión en el salón con sus padres. Seamos prácticos. Yo entiendo que viendo la tele entre mamá y papá puede entrar sopor y nos podemos quedar dormidos con facilidad. Lo que no nos damos cuenta es que a esas horas la programación no es precisamente para niños y aunque pensemos que no le están echando cuenta, os aseguro que los niños traen una antena parabólica incorporada y ese estar donde no le corresponde y ser testigo de escenas poco apropiadas (incluidos los telediarios) puede pasar factura luego a la hora de tener un sueño tranquilo y reparador.
-No uséis el televisor como si fuera nuestra niñera. Escucho con frecuencia que cuando los niños se levantan un sábado temprano, los padres les ponen los dibujos para poder seguir descansando un rato. Lo entiendo perfectamente pero daos cuenta de un detalle. A los niños les encantan los dibujos, en cuanto abran un ojo, sea la hora que sea,
querrán levantarse para verlos. En cambio, si saben que la tele no se enciende hasta determinada hora que no coincide ni por asomo con la hora de levantarse, puede ocurrir que cambie de postura y duerma un ratito más.
En conclusión, podemos pensar que lo que en un determinado momento nos creemos que es algo que nos beneficia, se puede poner muy fácilmente en nuestra contra. Son parches que no solucionan, sino que, a la larga, me pueden crear otros inconvenientes.
Sonia Esquinas para el IIS