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¿Cómo mantener la higiene del sueño en temperaturas extremas?

9 octubre 2020

En los últimos años, el cambio climático trastocó el termómetro elevando la temperatura en el planeta, así que donde reinaba el invierno se hacía más cálido y donde prevalecía el calor del verano, éste se ha intensificado. Todo esto cuenta al final del día cuando nos vamos a la cama.

Tan incómodo es tratar de dormir bien en noches heladas como en tiempos muy calurosos, pues en ambos casos las alteraciones del sueño se hacen presentes.

 

La temperatura ambiental: clave para la higiene del sueño

Dormir bajo climas muy cálidos o demasiado fríos, propicia trastornos en el período de descanso. Las temperaturas extremas pueden desvelarnos toda la noche o provocarnos despertares repetitivos durante toda la noche. El sueño insuficiente ya es un problema de salud mundial que amenaza la salud integral así como la calidad de vida del individuo.

Tanto en el verano como en el invierno el ritmo circadiano suele experimentar ajustes, razón por la cual el cuerpo nos pide dormir más o menos horas.

Hay personas que bajo esta estación sufren de somnolencia permanente porque aumentan las concentraciones de melatonina debido a la poca luz del ambiente.

Cuando entramos en el verano el insomnio, los despertares nocturnos son alteraciones del sueño muy frecuentes, afectando de manera importante el desempeño de actividades matutinas y diurnas. Por lo general cuando pasamos mucho calor durante el día la temperatura corporal se mantiene alta al dormir.

 

Acondiciona tu entorno para lograr el descanso

Si es invierno necesitas sentirte cálido:

  • Activa mecanismos de calefacción en casa o trata de cerrar las entradas de aire.
  • Usa pijamas abrigadas, sábanas y edredones gruesos.
  • Toma bebidas calientes antes de dormir.

 

Si es verano, toma en cuenta las siguientes recomendaciones para dormir mejor:

  • Habilita todos los recursos disponibles en casa para refrescar el lugar, como aires acondicionados, ventiladores y ventanas por donde circule el aire.
  • Elige el algodón como la tela predilecta de tus pijamas para minimizar el calor cuando duermes. Guarda el satén, la lana o el poliéster para el invierno. Igualmente no uses ropa muy ajustada a la piel.
  • Consume suficiente agua durante el día y evita consumir comidas pesadas durante cerca de la hora de irte a la cama.
  • Tomar una ducha de agua templada antes de acostarnos ayuda a paliar la sensación térmica.

 

Igualmente, cuidar los buenos hábitos al dormir como tener una rutina para irse a la cama, evitar las siestas muy largas, así como el uso de dispositivos electrónicos o entradas de luz; favorecerá el sueño que necesitamos para estar saludables.

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