Alteraciones del sueño durante la infancia más comunes
Durante la infancia suelen aparecer patologías muy comunes que guardan relación con la aparición de trastornos del sueño.
Dentro de las más recurrentes se encuentran el asma, alergias, reumatismo, celiaquía, Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad, Trastornos del Espectro del Autismo, y algunos síndromes.
Estos datos son un denominador común en las consultas pediátricas en Latinoamérica. En algunos casos los trastornos del sueño son una consecuencia de estas patologías, en otros simplemente coexiste con ellas.
1. Artritis Reumatoidea
En los niños se puede apreciar artritis reumatoidea activa o inactiva, habiendo en ambos casos trastornos del sueño en menor o mayor latencia. La diferencia es mínima y los afecta de igual manera.
Respecto a la estructura del sueño se evidencia que la duración del sueño es menor, además estos pacientes corren mayor riesgo de desarrollar síndrome de apnea hipopnea del sueño, y estas alteraciones del sueño empeoran los síntomas físicos de la enfermedad.
2. TEA y el insomnio
Se sabe que el diagnóstico sólido del autismo se produce después de los 7 años de edad. La aparición de los trastornos del sueño bajo esta condición obedece a múltiples factores.
Para los niños con TEA las rutinas y el descanso son fundamentales para el control de su conducta, sin embargo, la enfermedad en sí misma tiende a producir alteraciones en el sueño REM, así como una importante disminución en el tiempo total del sueño. Hay niños con TEA que pueden despertarse varias veces durante la noche, tener dificultad para irse a la cama y conciliar el sueño.
3. Desvelo por asma
El asma produce una disminución en el sueño de ondas lentas y genera cambios en la arquitectura del mismo, lo cual agrava la primera condición.
Los niños diagnosticados con asma sufren despertares nocturnos, en momentos de crisis se les dificulta conciliar el sueño por el déficit respiratorio y en normal que sientan somnolencia y cansancio durante el día.
Los episodios suelen agravarse en la noche debido a que la función pulmonar se ve más afectada a esta hora por factores vinculados al ritmo circadiano, tales como el aumento de la resistencia de la vía aérea, disminución del volumen pulmonar o incremento de la inflamación de la vía aérea.
4. Diabetes infantil
Los niños con diabetes tipo 1 son pacientes que padecen episodios de apnea del sueño y apneas más largas, pero el sueño se puede regular si se controla la enfermedad de base.
La razón por la cual se relacionan la diabetes con la apnea obstructiva del sueño es que los eventos respiratorios nocturnos están estrechamente vinculados con el control de la glucosa, cuyos valores alterados hacia arriba afectan la calidad del sueño. En cambio, los niños con hipoglucemias nocturnas gozan de mayor sueño profundo.
5. Efectos de las alergias
Dentro del amplio mundo de las alergias, las que tienen que ver con el sistema respiratorio y la piel son las que representan mayor influencia en los trastornos del sueño.
Una de las determinaciones de los alergólogos es que un paciente con padres alérgicos tienen una altísima posibilidad de nacer con dermatitis atópica, y esta es una condición le ocasiona despertares nocturnos. Además tienden a presentar más problemas volverse a dormir, sumado a que presentan un incremento de movimientos nocturnos.
Todo ello los incluye en la lista de personas que tienen patrones de sueño muy interrumpidos, siendo éste de baja calidad, poco tiempo y deficiente.
El rol del pediatra en la atención primaria es fundamental para encaminar la investigación médica sobre la presencia de trastornos del sueño asociados a patologías bases. Por eso tiene la capacidad de establecer el vínculo y definir el protocolo de tratamiento más adecuado.