El Video-EEG nocturno es una prueba que consiste en registrar la actividad cerebral, al mismo tiempo que se graba su imagen en video, empleada principalmente en la detección de determinados trastornos del sueño, además de en cuadros de epilepsia, trastornos del comportamiento, retraso del lenguaje y problemas de aprendizaje.
Registra la actividad electroencefalográfica generada por las neuronas cerebrales.
Se realiza pegando sensores de arandelas metálicas con pasta conductora (electrodos) en el cuero cabelludo y otras partes de la cara y cuerpo, previa limpieza de la zona con un bastoncillo de algodón impregnado en crema abrasiva o un palillo.
Se registra la actividad durante toda la noche, levantándose transcurridos aproximadamente 8 horas, para continuar con la actividad normal.
Para hacer la prueba es necesario:
No se producen complicaciones generalmente. Es una técnica bien tolerada, y la única excepción sería en personas con alergia conocida a algunos de los materiales utilizados para la prueba.
Ocasionalmente, en algunas personas con piel sensible, los electrodos o su colocación pueden producir pequeñas irritaciones.