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El reflujo gastroesofágico: ¿Cómo evitar que arruine tu descanso?

12 junio 2020

Ha sido comprobado por varios estudios en el área, que el reflujo gastroesofágico (RGE) interviene en los patrones de sueño, y de igual manera los trastornos del sueño agravan el reflujo, afectando la calidad de vida del paciente en general.

El reflujo o la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) pueden provocar despertares frecuentes durante la noche, incluso cuando no haya sensación de ardor en el estómago o náuseas.

El reflujo gastroesofágico consiste en el retorno del contenido del estómago debido al movimiento de éstos en el esógafo y que en ocasiones también se puede producir a través de la boca o la nariz, mientras que la enfermedad por reflujo gastroesofágico se presenta cuando el reflujo se asocia con otros síntomas y aún hay devoluciones, acidez, regurgitación después de la infancia de manera más recurrente e intensa.

 

Las complicaciones del reflujo ácido

En niños mayores de un año de edad con un desarrollo tracto digestivo normal y en adultos, el reflujo suele aparecer en respuesta a la dieta, ya que el exceso en las porciones de cada comida, así como el consumo de mucha grasa, alimentos muy picantes o ácidos, las bebidas carbonatadas o con cafeína influyen en el desarrollo de esta condición. Comer algo que provoque indigestión o sea muy pesado, sin duda afecta nuestro descanso nocturno.

Las complicaciones del reflujo ácido dan pie a la enfermedad  por reflujo gastroesofágico, la cual ocasiona inapetencia de alimentos, poco aumento de peso, dolor agudo, dificultad respiratoria, llanto o posición arqueada al comer, presencia de sangre o color verde en las devoluciones por reflujo, así como aumento en la frecuencia o intensidad del mismo. Además el abdomen se observa distendido y endurecido, al tiempo que el paciente tiene tos y sibilancias.

 

Lo que cenas influye en tu descanso

Cuando cenas combinando alimentos de naturaleza ácida y grasa, creas el detonante perfecto para una noche de desvelo y malestar por acidez estomacal. Al estómago se le hace muy difícil procesar este tipo de comidas que pueden derivar en una inadecuada digestión y hasta dificultad para respirar.

Es recomendable cenar alimentos ricos en fibra como los vegetales y legumbres, productos bajos en azúcar, frutos secos, lácteos siempre y cuando no les cause malestar digestivo y proteínas preparadas con poco aceite.

Hay que recordar que el organismo debe metabolizar lo que comemos, proceso que se ve intervenido si estamos durmiendo, al tiempo que aumenta el riesgo de obesidad. Es por esto que no es recomendable comer y acostarse seguidamente, ya que  retarda el necesario vaciamiento gástrico, y nos volvemos más propensos a tener reflujo o empeorar si ya tenemos la condición.

Otra recomendación es hacer la última comida del día antes de las 8 de la noche y no justo antes de irnos a dormir porque altera el comportamiento de la presión arterial y produce que el organismo permanezca en vigilia.

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